Mi filosofía

Creo en la contención emocional como base de todo acompañamiento terapéutico.

Creo en el descanso emocional como un proceso biológico que nos ayuda a recuperar nuestra brújula interna.

Creo en las carencias afectivas como obstáculos para el descanso y el desarrollo humano.

Creo que el descanso emocional es una necesidad humana, no un privilegio.

Creo en el sosiego como un territorio de germinación personal.

Creo que cultivar calma en medio del caos es un arte que requiere curiosidad, amor y práctica.

Creo en las heridas emocionales como cicatrices psicológicas que condicionan nuestra manera de vivir.

Creo que un diagnóstico médico no define a una persona.

Creo que cada persona carga una sabiduría interna esperando ser escuchada.

Creo en la sensibilidad humana como un lenguaje legítimo de comunicación.

Creo en la dignidad personal como base para la salud, el bienestar y el desarrollo.

Creo en la autonomía personal como un derecho fundamental.

Creo que marcar límites es un acto incómodo de dignidad.

Creo en el arte como un lenguaje de la profundidad humana.

Creo en la biología como la inteligencia de la vida.

Creo en la neurociencia como una herramienta para comprender parte de la experiencia humana.

Creo en el arte como un vehículo de introspección que facilita la neuroplasticidad y el descanso emocional.

Mi trabajo existe para honrar todo esto.